La hipertensión arterial es el término médico usado para presión elevada, la cual aumenta el estrés al corazón y arterias, lo que eventualmente provoca daño a dichos órganos. Es decir, la hipertensión no tratada aumenta el riesgo de enfermedad coronaria e infarto, enfermedad cerebrovascular (apoplejía), insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica.
Gran parte de los pacientes se presentan sin síntomas de hipertensión, sin embargo, en algunas personas puede debutar con alteraciones visuales, dolores de cabeza, mareos, malestar y náuseas o dolor torácico.
La hipertensión esencial o primaria, se presenta en la mayoría de los adultos sin causa aparente y puede tener un componente familiar. Es un problema común a medida que avanzamos en edad, especialmente en pacientes mayores de 65 años y en asociación a otros factores de riesgo como sobrepeso y obesidad, diabetes, tabaquismo, consumo elevado de sal, cafeína y bebidas alcohólicas, inactividad y estrés.
La modificación del estilo de vida es el tratamiento inicial de la hipertensión, sin embargo, se recomienda iniciar tratamiento con medicamentos por presión arterial persistente en valores de 140/90 o mayores, con tal de prevenir complicaciones y disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. A continuación, recomendaciones generales para evitar y manejar la hipertensión.
Consejos:
- Evitar sobrepeso y obesidad mediante la modificación del estilo de vida.
- Ejercicio regular al menos 3 veces por semana por 20 minutos por sesión.
- Reducir el consumo de sodio y grasas saturadas.
- Limitar la cantidad de bebidas alcohólicas y cafeína.
- Evitar bebidas estimulantes.
- Evitar el consumo de tabaco, ya sea cigarrillo o dispositivos electrónicos.
- Higiene del sueño, manejo del insomnio y evitar la privación del sueño.
- Manejo del estrés y la ansiedad.
- Uso cauteloso de analgésicos AINEs en pacientes que usan medicamentos antihipertensivos para la prevención del daño renal.
- En pacientes jóvenes y sin otros factores de riesgo cardiovascular, descartar causas secundarias de hipertensión como enfermedad renal o endocrinológica.
- Evaluación semestral por el médico de cabecera para el seguimiento y control de factores de riesgo cardiovascular y de enfermedad metabólica, en pacientes hipertensos.
- Evaluación anual por oftalmología para descartar retinopatía hipertensiva.